martes, 2 de abril de 2019

Antes de comenzar un proyecto de Internet de las Cosas

Sí. El bombardeo por parte de medios (especializados o no) con respecto a las distintas tecnologías que vienen aparejadas de la Transformación Digital, es realmente intenso. Más aún cuando los óptimos resultados están haciendo que sea económicamente conveniente (para quienes ofertan como para quienes adquieren las soluciones), provocando que estas tecnologías evolucionen, crezcan, trasciendan.

Las organizaciones deben apostar por estas nuevas tecnologías, como la Internet de las Cosas, pero con cierta cautela y conocimiento.

Nadie duda ya de que la orientación del negocio hacia el entorno digital es un requisito imprescindible para todas las organizaciones de hoy, con independencia de su tamaño o de su sector de actividad. En este proceso de transformación, las grandes tendencias tecnológicas como Big Data, Aprendizaje Automático, Inteligencia Artificial o Internet de las Cosas ocupan un papel protagonista.

Los grandes proveedores de tecnología a nivel global llevan años evangelizando sobre los beneficios que esas propuestas pueden aportar al desarrollo de la actividad comercial. Los analistas, por su parte, publican constantemente nuevas previsiones de evolución de su implantación. Un caso espectacular es el de Internet de las Cosas: según datos de Business Insider, se espera que lleguemos a los 40.000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo para el nada lejano 2023.

Está claro que Internet de las Cosas es una de las grandes tendencias en las que apoyarse a la hora de emprender el proceso de transformación digital, sin embargo, al iniciar un proyecto relacionado con Internet de las Cosas, las empresas deben ser conscientes que entran en juego distintos factores de los que dependerá el éxito final (o en el peor de los casos el fracaso rotundo) del mismo. De esta forma, es recomendable contar con toda la información al respecto y buscar el apoyo necesario para entender los distintos paradigmas existentes, algo que facilitará la toma de decisión en lo que puede llegar a ser la estrategia decisiva para el futuro de su organización.

A grandes rasgos, podemos decir que actualmente existen dos aproximaciones muy diferentes a la realidad de Internet de las Cosas. Por una parte, el proyecto puede basarse en las plataformas estándar que generalmente promueven los operadores de telecomunicaciones. Estas plataformas, aunque simplifican el desarrollo del proyecto, impiden a las empresas ofrecer a sus clientes productos innovadores y diferenciados de los de su competencia. Un ejemplo de este modelo con una amplia implantación en el mercado son las plataformas de servicios de Ciudades Inteligentes (Smart Cities).

Hay que ser consciente de que a pesar de que el elemento diferenciador de este modelo sea escaso y el valor para el cliente final sea limitado, a los operadores les interesa impulsar esta aproximación, ya que les supone un gran número de conexiones y, por tanto, un alto volumen de negocio.

También hay que tener en cuenta que esta aproximación sobre plataformas estándar suele ser una respuesta apropiada a algún tipo de obligación normativa. Es decir, el regulador, con la intención de fomentar la aplicación de las nuevas tendencias tecnológicas, obliga a determinados sectores a ofrecer servicios utilizando, por ejemplo, infraestructuras de y para Internet de las Cosas. Es el caso, por ejemplo, del uso de "Smart Meters" dentro del sector de las empresas de servicios.

Está claro que ese paradigma fomenta el uso de dispositivos conectados, pero lo que no está tan claro es si con ellos se promociona la innovación. Cada vez hay más voces que coinciden en apuntar que no solo no lo hace, sino que resulta perjudicial. Esto puede ser así ya que cuando una organización queda atrapada por el modelo de plataforma estándar, su camino natural dentro del mundo de las comunicaciones Máquina a Máquina e Internet de las Cosas queda definido, siendo mucho más complicado poner en marcha nuevos proyectos innovadores. (Ver "Internet de las Cosas, no es conectarlo todo contra todo")

Afortunadamente, las organizaciones pueden optar también por una aproximación a Internet de las Cosas personalizada, sacando el máximo partido a las capacidades únicas de innovación que incluyen sus productos y servicios. En ocasiones, las empresas no son conscientes de estos valores, por lo que se hace recomendable buscar la colaboración de un consultor externo que les ayude a descubrirlos y explotarlos.

La especialización del consultor en todo lo referente a las posibilidades de la tecnología, junto con el conocimiento de la empresa sobre el funcionamiento de su sector y de su negocio, producirán una simbiosis perfecta capaz de trazar la hoja de ruta de la compañía hacia la digitalización del negocio mediante la incorporación de nuevos modelos de explotación que supongan una verdadera innovación.

Además de lo anterior, en el caso de Internet de las Cosas, esta secuencia se complica, al ser necesario contar con conocimiento sobre otros elementos ligados a la cadena de valor de las telecomunicaciones, como son:
  • Conocimiento de los dispositivos, sensores y demás elementos necesarios para la comunicación.
  • Conocimiento de la conectividad propiamente dicha, así como de todas las posibilidades asociadas a la misma, según la oferta de los propios operadores.
  • Conocimiento de las posibilidades de despliegue virtual y en la nube de las soluciones de las organizaciones.
  • Conocimiento de los diferentes paradigmas necesarios para la operación de la flota de productos y servicios IoT asociadas a servicios de valor.
Para mayor detalle, recomendamos leer las entradas:


Todos los caminos son válidos y habrá que elegir el que se considere más conveniente en cada circunstancia, pero siempre siendo conscientes de las opciones existentes y del grado de innovación que se precise para asegurar el futuro de la compañía en la complicada e imparable realidad del entorno actual.

En conclusión, lo más importante es responder la pregunta: ¿Necesito realmente Internet de las Cosas en mi Organización, Empresa o Negocio?

Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, entonces y como siempre en un proyecto, será necesario definir el objetivo general, así como los objetivos parciales a cubrir en cada paso de su proyecto.

Internet de las Cosas es una Tecnología que, por sí misma, no hará que su negocio gane millones con tan solo implementarla. Es necesario (como todo lo que implica la Transformación Digital) que los Seres Humanos seamos los que den vida y sentido a esta tecnología. Recomendamos echar una mirada a los artículos que ya han sido publicados en este Blog, que hablan con más detalle de la Transformación Digital, haciendo "click" aquí.

¿Realmente está Usted y su Empresa, Organización y/o Negocio preparado para la Transformación Digital?

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