viernes, 17 de agosto de 2012

El futuro... Esa cosa cada vez menos predecible...

Quienes nacimos en la ya lejana, revolucionaria y psicodélica década de los "sesenta", la compulsiva década de los "setenta" y los principios de la mítica década de los "ochenta", vimos muchos programas de televisión y no menos películas que hablaban de cómo sería el futuro.

Una constante en todos ellos era el apostar por cuál sería la tecnología imperante en lo relativo a cómo nos transportaríamos, como interactuaríamos entre nosotros, cuáles serían nuestras formas de ocio, qué comeríamos, qué beberíamos, etc.

Cierto es que había ideas muy descabelladas que, siendo sinceros, no se concretarán ni en los próximos quinientos años. Pero algunas otras ideas simplemente se quedaron cortas.

Un ejemplo de ello es la película "Back to the Future II", en donde se muestra a la ya casi abandonada máquina de telefacsímiles (FAX) como la herramienta de comunicación instantánea predilecta por los seres humanos.

Hoy si una persona no tiene una cuenta de Correo Electrónico, puede decirse que no existe. ¿No lo creen? Pongan atención a cómo las entidades educativas y gubernamentales utilizan el e-mail de la persona como su "Usuer Name" o para efectos de envío de información y verificación.

Podemos seguir diciendo, escribiendo y comentando de muchas cosas que sí y otras que no fueron predichas por los escritores y guionistas, pero si en algo sí podemos estar seguros es que nadie pudo predecir el concepto de Redes Sociales (tal y como lo conocemos ahora) y el cómo las empresas harían negocio.

Hay una máxima que dice: -"¿Genera ganancia, es redituable, es rentable? Entonces sí trascenderá"-. En el mundo de los negocios resulta no solo una máxima sino más aún todo un "moto" y/o credo.

Hemos ya compartido con Ustedes por esta y otras vías el cómo ahora los seres humanos nos regimos por la inmediatez, pero esto a su vez ha repercutido en la manera como las empresas que nos ofrecen bienes y servicios han evolucionado precisamente para proveer de manera cuasi inmediata los bienes y servicios que les demandamos.

Hoy no pasan ni cuarenta segundos para que en un restaurante de comida rápida nos hayan servido nuestra orden completa. No es necesario ya esperar menos de media hora por una Pizza y los jóvenes de hoy en día no tienen que esperar semanas o meses para tener una pieza musical, un video o cualquier pieza de material lúdico o informativo. Ahora por menos de un dolar estadounidense pueden tenerla y en menos de treinta segundos.

¿Alguien habría podido predecir que la industria de la música, el cine y el entretenimiento se verían forzadas a entender a su público o de lo contrario estarían a punto de la extinción? Solo recuerden cuántas "tiendas de discos" han cerrado y cuántas cadenas de renta de películas y juegos de video están a punto de hacerlo, pues no supieron entender a tiempo hacia dónde estaba virando el mercado.

Abundando un poquito mas en lo que aparece en el párrafo anterior, solo recordemos qué le pasó a la industria de la música por "satanizar" a la tecnología MP3 y no saber utilizarla a su favor.

Otro caso emblemático es el de la empresa que eran referente de la fotografía y que al no haber actuado a tiempo, ahora están rematando sus patentes a precios "de oferta", pues ahora debe cubrir deudas con sus acreedores antes de su completo cierre.

¿Qué es entonces lo que esas películas, caricaturas y series de esas décadas no supieron predecir? Que a diferencia de esos momentos ahora quien mandaría (y ya no en un sentido metafórico o mercadotécnico) sería El Cliente, El Consumidor Final y/o El Elector.

Precisamente la enorme preocupación de las empresas por entender y utilizar las bondades de BigData no responden mayormente a cuestiones tecnológicas, sino más bien a asuntos de análisis comercial y de tendencias de mercado.

Otro ejemplo muy palpable aquí en México y en el mundo es cómo los actores y entidades políticas, ya entendieron que con una presencia adecuada en las redes sociales, así como el análisis inteligente y oportuno de estas, podrán tener más oportunidad de ser los favoritos en unas elecciones.

Gobiernos en funciones ya están trabajando fortísimo por entender y analizar muy a su modo, todas las herramientas de comunicación que tienen ahora los Ciudadanos Comunes. ¿Recuerdan el caso de Hosni Mubarak en Egipto?

¿Autos voladores, viajes comerciales al espacio, colonias terrícolas en otros planetas, teletransportación, convivencia con vida alienígena? No. Eso no es el futuro por ahora. El futuro hoy, es poder contar con herramientas que permitan tomar, analizar y entender la tendencia del mercado de manera más inteligente y más rápidamente.

El futuro es poder contar con herramientas informáticas que permitan a las empresas, entidades educativas y de gobierno actuar con oportunidad, eficacia y de manera proactiva a todos los cambios y nuevas tendencias de quienes les compran, les contratan servicios o a quienes los elegirán y gobiernan.

Estamos pues ante un "momentum" y ante un punto de inflexión en el que ahora quienes no entiendan a su mercado, a sus clientes, a sus electores, su alumnado o sus contribuyentes, estarán al borde de la obsolescencia, la bancarrota o perder el control y la credibilidad ante sus electores y/o contribuyentes.

El futuro, hoy más que nunca, está en manos de quienes consumen y no de quienes producen; está en manos de quienes aprenden y no de quienes enseñan; está en manos de quienes elijen y no de quienes gobiernan.

¿Está Usted preparado para el futuro?

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