A medida que vivimos más y la tecnología continúa su rápido arco de desarrollo, podemos imaginar un futuro en el que las máquinas aumentarán nuestras capacidades humanas y nos ayudarán a tomar mejores decisiones en la vida, desde la salud hasta la riqueza. De esto se trata la Transformación Digital y la Cuarta Revolución Industrial ¿Qué no?
En lugar de realizar una pregunta y respuesta con un dispositivo en la barra, podremos conversar de forma natural con nuestro asistente virtual que está totalmente integrado en nuestro entorno físico.
A través de nuestro diálogo y las "migajas" digitales, comprenderá nuestros objetivos y aspiraciones de vida, nuestras obligaciones y limitaciones. Nos ayudará de manera sencilla y automática a presupuestar y ahorrar para diferentes eventos de la vida, para que podamos pasar más tiempo disfrutando los momentos de la vida.
Si bien podemos imaginar este futuro, la tecnología en sí no está exenta de desafíos, al menos por ahora. La capacidad de la inteligencia artificial para comprender las complejidades y matices de la conversación humana es un obstáculo. Por ahora.
Actualmente hay más de siete mil ciento once lenguas vivas conocidas en el mundo, según Ethnologue (https://www.ethnologue.com/). Además de las complejidades están las diversas formas en que las palabras se comparten y se usan en diferentes culturas, incluida la gramática y el nivel de educación y el estilo de los hablantes.
Google Duplex, la tecnología compatible con el Asistente de Google que realiza llamadas telefónicas con una voz humana de sonido natural en lugar de una robótica, es un intento inicial de abordar estos desafíos en las comunicaciones humanas. Pero estos son solo susurros iniciales en el largo viaje de la Inteligencia Artificial.
Además de hacer reservaciones y realizar diálogos simples, los asistentes virtuales tendrán que ser mucho más útiles y más integrados en el tejido de nuestra vida cotidiana.
No solo tendrán que anticipar lo que necesitamos antes de preguntar, sino que también deben comprender el contexto de nuestras conversaciones y reaccionar en consecuencia. Imagina un día de nieve donde la escuela se cancela para los niños.
Sabiendo que ahora debe quedarse en casa con sus hijos, su teléfono avisará y preguntará si desea que sus reuniones se trasladen al día siguiente; Su consola de entretenimiento sugeriría automáticamente películas para ver y libros electrónicos para leer. Lo mejor de todo es que su parlante inteligente recomendaría opciones de comida para el almuerzo mientras usted está paleando nieve.
Alternativamente, imagínese cuánto más placentero sería su viaje a casa después de un viaje de negocios, si su teléfono pudiera preparar automáticamente un Uber en espera para que lo recoja en el aeropuerto, según su itinerario de viaje, ubicación y hábitos. Las posibilidades son infinitas. Y la voz interactiva puede iniciar una conversación de la manera en que los dedos sobre el vidrio no pueden.
Consideremos el ejemplo de la banca. Libres de los límites tradicionales de la comunicación, ahora podemos volver a imaginar la vida en un mundo donde el concepto de banca se extiende más allá de sus fronteras tradicionales, o simplemente desaparecer.
En donde los límites físicos una vez definieron las sucursales bancarias, una variedad de modalidades desde teléfonos móviles y portátiles hasta altavoces inteligentes y dispositivos conectados, volverá a caracterizar el significado del dinero tanto para los consumidores como para las instituciones. Los consumidores ahora exigen experiencias digitales consistentes y sin interrupciones, ya sea que compren mercadería en línea, descarguen música o transfieran dinero.
También son los consumidores quienes ahora dictan lo que quieren y para cuando lo quieren. Si las instituciones financieras desean aprovechar la tecnología de voz para evolucionar aún más la experiencia móvil y mejorar las actividades financieras diarias, deben tomar un libro de jugadas del ecosistema digital y tener cuidado de no replicar las transacciones móviles y de sucursales con diálogos verbales.
Vale la pena tomar en cuenta que, después de todo, los asistentes virtuales tienen mucho más que una voz robótica simplificada. ¿Qué podría pasar si la Inteligencia Artificial se vuelve más sensible al contexto e incluye empatía? Imagine que un día esta tecnología ambiental nos conoce tan bien que puede actuar como nuestro "Chief Financial Officer" personal, ayudándonos continuamente a obtener los mejores resultados financieros a lo largo del tiempo, en base a su conocimiento de nuestro hogar, nuestras opciones de vida, nuestra salud y nuestra longevidad. ¿Les gusta?
Ahora respondamos esta pregunta: ¿Confiaremos lo suficiente para tomar decisiones por nosotros automáticamente? Gran parte de eso será impulsado por la percepción y aceptación de las máquinas por parte de la sociedad.
A modo de ejemplo, en Japón, donde la cultura es más acogedora para los humanoides o dispositivos con forma humana, los robots se implementan en hospitales y hogares de ancianos para evitar que las personas mayores se sientan solas. Hoy ya están utilizando robots educativos para ayudar a los niños a mejorar sus habilidades en inglés. Algunos incluso han ido al extremo para encontrar amor y compañía con robots, como en el caso del personaje holográfico basado en Inteligencia Artificial llamado Hikari Azuma, creado por el gigante japonés de mensajería Line.
La Inteligencia Artificial nos brinda la oportunidad de volver a imaginar no solo la experiencia del usuario, sino también el intercambio de valores. Al recopilar una gran cantidad de fuentes de datos, la Inteligencia Artificial tiene la capacidad de establecer una visión real de trescientos sesenta grados de la vida cotidiana del consumidor, basada en sus hábitos y comportamientos pasados, mucho más allá de los silos de datos tradicionales.
La capacidad de aprender, procesar y aumentar crea una relación simbiótica entre humanos y máquinas. Mientras que películas como "Her" y "Humans" pintan un mundo que puede parecer inalcanzable en este momento, nos permiten flexionar nuestros músculos creativos para visualizar lo que nos espera.
Si todo esto ya no parece tan lejano, el gigante del comercio electrónico y el cómputo en La Nube Amazon, visualiza un futuro así como no tan inverosímil. De hecho, con la ayuda de la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático, Amazon está trabajando para lograr un futuro en el que los humanos puedan llevar a cabo una conversación natural con altavoces inteligentes y otros dispositivos conectados.
Hoy ya tenemos el poder de diseñar un mundo en el que nuestras voces colectivas ayudan a crear mejores versiones de la humanidad, donde el propósito se vuelve fundamental para nuestras innovaciones e impulsa nuestras acciones cotidianas. Quizás lo que nos limita no es nuestra tecnología, sino nuestra imaginación para pensar más allá del ámbito actual de posibilidades, y nuestra disposición a confiar en las máquinas.
¿Su negocio ya está en el futuro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los derechos reservados.
Copyright © 2025.