jueves, 18 de julio de 2019

La ya muy cercana Singularidad

El ya muy lejano 2 de Diciembre de 1950, se publicaba uno de los libros más emblemáticos de el en aquel entonces muy incipiente movimiento literario conocido como Ciencia Ficción: "Yo, Robot".

Cierto es que Julio Verne y Herbert George Wells ya habían comenzado a publicar obras que a la postre serían clasificadas dentro de el género, pero es en la década de los cincuenta cuando muchos autores y editoriales se dedican de lleno a este maravilloso género.

En "Yo, Robot", Isaac Asimov (nada que ver con la muy tergiversada película del año 2004 estelarizada por Will Smith), cuenta las peripecias de dos empleados de la empresa U.S. Robots/Mechanical Men Corporation: Gregory Powell y Mike Donovan. Ambos personajes con relación muy directa con la Doctora Susan Calvin, a la postre (en la novela) presidente de esa empresa.

Más que novela, se trata de una serie de relatos cortos en los que por alguna u otra razón, se "juega" con extrapolaciones derivadas de las Tres Leyes de la Robótica, propuestas a partir de ese momento por Isaac Asimov:

  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órde nes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.

No. No nos estamos dedicando ahora a la crítica editorial o a reseñar libros, relatos y cuentos de Ciencia Ficción. Todo esto nos sirve de preámbulo para entrar al tema principal de este artículo. La ya muy cercana Singularidad.

¿Qué es la Singularidad?

La Singularidad Tecnológica es -"...el advenimiento ya no tan hipotético de Inteligencia Artificial General (también conocida como «IA fuerte»). La Singularidad Tecnológica implica que un equipo de cómputo, red informática o un robot podrían ser capaces de automejorarse recursivamente, o en el diseño y construcción de computadoras o robots mejores que él mismo."- Fuente: Wikipedia.

En pocas palabras, es ese momento en el que una Inteligencia Artificial (sin necesidad de que ésta se enfunde dentro de un robot de forma humana o androide) no se distinga de una Inteligencia Humana.

Alan Mathison Turing, creador de lo que se considera la primera computadora, la cual estaba conformada por los elementos básicos que ya conocemos todos desde entonces y siguen siendo parte de éstas hasta nuestros días, planteaba ya este concepto y propuso la célebre "Prueba o Test de Turing". Con esta prueba se puede concluir que -"...una computadora puede ser llamada inteligente si logra engañar a una persona haciéndole creer que es un humano."-

Así pues, si un equipo de cómputo, una red de estos o un robot logra engañarnos y le confundimos con uno de nuestros semejantes (pero eso sí muy inteligente), estamos ante eso que ahora se llama Singularidad Tecnológica.

Cuarta Revolución Industrial, Convergencia Informática y Transformación Digital son precisamente en donde y quienes están gestando a pasos agigantados esta Singularidad.

La Singularidad, ¿ya entre nosotros?

¿Conocen a la adorable Sofía? Un robot con forma humana (un androide pues) con personalidad y morfología femenina, que sin contar aún con un Cerebro Positrónico (de esos que Isaac Asimov propone en la obra citada), conectada vía la Internet a un Equipo de Cómputo de Alto Rendimiento (HPC por sus siglas en inglés), puede conversar, aprender, analizar y sorprendernos a todos.

Tuvimos la oportunidad de ver y gozar con una entrevista que Pablo Motos, presentador de el programa "El Hormiguero" de Antena Tres (España), le realizó a Sofía. Quedamos impresionados con la fluidez y con la calidad del diálogo y las respuestas de "ella".

Aunque su apariencia aún es muy tosca y no tan humana, si cerramos los ojos, ya sería muy difícil distinguir si estamos ante la presencia de una Inteligencia tan semejante como la humana.

Complementando su decir con gestos faciales (muy burdos), hubo momentos de la plática en los que poco faltó para sentirnos muy sorprendidos e incluso con sentimientos que rallaban en un temor instintivo. No es una muñeca que responde a un "script" o libreto pre ensayado. Es una Inteligencia Artificial que ha aprendido cada vez más, que habla perfectamente varios idiomas y que cada vez más rápido toma decisiones para armar unas respuestas muy coherentes y que denotan mucha inteligencia.

En uno de los relatos de Isaac Asimov, la Doctora Susan Calvin, a petición de lo que podría denominarse como un Congreso de toda la Humanidad, entrevista al flamante Presidente de toda la raza humana. Soltero, con un pasado prácticamente anónimo, era un político que, hoy más que nunca parecería imposible, no tenía pasado turbio o asunto, escándalo o "affaire" por el cual se le pudiese acusar. Una conducta sin mácula, un proceder cuasi perfecto, unas decisiones de gobierno más que salomónicas.

Por todos esos muy positivos atributos, la gente comienza a sospechar, que está siendo gobernada por un robot. Huelga mencionar que esto representaba tremendas ventajas para un enorme sector de la población humana, pero como siempre, otro abrumador sector de congéneres humanos estaba más que ofendido, contrariado, abrumado. -"¿Estaban siendo gobernados por un robot? ¡Qué insultante situación!"-

La Doctora Susan Calvin ya había tenido experiencia para desenmascarar Inteligencias Artificiales y decide aplicar el test de Turing (o más bien dicho una variante modificada por ella) a esa "abominación" que por el momento resultaba el tener un presidente con cerebro positrónico.

Sin entrar en detalles, dejando un final abierto, se da a entender que la Singularidad había llegado y estaba tan madura como para que una Inteligencia Artificial, se hiciese cargo de la humanidad. Y reitero que todo esto con excelentes resultados.

Presente y futuro de la Singularidad

¿Qué tan lejos entonces, con respecto a la línea de tiempo, tenemos a la Singularidad? Al parecer y con todos los esfuerzos que empresas, universidades y organizaciones orientadas a las Tecnologías de la Información, en menos de cinco años ya podemos estar conviviendo directa o indirectamente, con inteligencias artificiales que serán tanto o posiblemente más eficientes que las inteligencias humanas, en rubros muy específicos.

Cierto que hasta donde se vislumbra, faltan al menos un par de décadas para que estas Inteligencias Artificiales puedan tener alcances tan vastos y diversos como lo es la Inteligencia Humana. Pero como dice la letra de un tango de Carlos Gardel ("Volver"), veinte años no es nada.

¿Estamos preparados los seres humanos a convivir en nuestra vida productiva con las Inteligencias Artificiales?

¿Estaríamos dispuestos los seres humanos a tener como compañero de trabajo o inclusive como jefe a una Inteligencia Artificial?

¿Qué tanto nos parecería positivo, bueno, correcto, práctico el tener una Inteligencia Artificial como un maestro, un mentor, un instructor?

¿Permitiríamos que una Inteligencia Artificial se encargue por completo del cuidado e instrucción básica de nuestros hijos?

¿Sería aceptable, conveniente y/o convincente tener como guías, líderes y/o gobernantes a Inteligencias Artificiales?

Por el momento, ya muchos procesos industriales y operativos en muchas empresas, ya se cuenta con Inteligencias Artificiales trabajando a tiempo completo. ¿Estamos preparados para lo que sigue en un futuro inmediato o mediato?

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