Hace ya muchos ayeres, publicamos la entrada intitulada "Evolución de las Plataformas Informáticas y de la Internet". De esta entrada, hablando de manera específica, tocamos el tema de la WEB 2.0. Precisamente, como parte integral (y fundamental) de esta segunda versión de la red de redes, están las ahora llamadas "Redes Sociales", consecuencia de la comunicación Persona-a-Persona que plantea este paradigma.
También, hace ya más de diez años, publicamos la entrada "Esa virulenta manera de hacer Mercadotecnia..." y en dicha entrada hablábamos de la tremenda importancia que, ya desde entonces (o incluso un poco antes), estaba tomando el "boca-a-boca". La comunicación entre los seres humanos, los consumidores de productos y servicios, acerca de la experiencia vivida con la adquisición y/o contratación de uno de estos.Cuando se juntan ese boca-a-boca y las redes sociales, es entonces cuando comienza una rama de la mercadotecnia, que tiene sus cimientos en la transmisión de las experiencias, pero potenciado por la ubicuidad y omnipresencia de las Redes Sociales: La Mercadotecnia Digital.
De manera más que espontánea, nacen unos personajes que, habiendo comenzado como cualquiera de nosotros, utilizando, administrando y dando mantenimiento a sus redes sociales, sea por su físico, por su carisma, simpatía, etc. cobraron preponderancia y, lo más importante, influyeron de alguna u otra manera en quienes les seguían. Así pues:
¿Cuándo se considera que alguien es influencer?
Un influencer es, en términos generales, un creador de contenido en redes sociales cuya voz y publicaciones ejercen una influencia real sobre su audiencia. Según la definición del diccionario Oxford, se trata de una “persona que destaca en una red social u otro canal y expresa opiniones sobre un tema concreto que ejercen una gran influencia sobre muchas personas”En otras palabras, para ser considerado influencer no basta con publicar contenido; la persona debe haber construido una audiencia relevante y contar con cierto nivel de credibilidad y conexión con sus seguidores.
Como todo en esta vida, y más todo aquello que resulta exitoso económicamente, y con ello garantiza su trascendencia, es necesario el implementar clasificaciones y dejar muy claros los criterios. Por tratarse de algo que involucra directa e indirectamente a la Mercadotecnia Digital, fue necesario entonces crear:
Criterios generales en marketing digital
En marketing se usan varios criterios para determinar cuándo un creador se considera influencer. Entre los más citados están:
Número de seguidores (alcance de audiencia): Es el criterio más evidente. Se suelen establecer categorías basadas en la cantidad de seguidores o suscriptores. Aunque no hay límites fijos, lo habitual es definir:
- Nano-influencers (de Mil y hasta 10 mil seguidores)
- Micro-influencers (de 10 mil a 100 mil seguidores)
- Macro-influencers (de 100 Mil a 1 Millón seguidores)
- Mega-influencers o celebridades (más de 1 Millón de seguidores)
Estos rangos coinciden con definiciones de referentes del sector. Por ejemplo, HubSpot destaca que los micro-influencers abarcan perfiles de 10.000 a 100.000 seguidores, con mayor alcance que los nano, pero aun con alta cercanía con su audiencia.
Influencer Marketing Hub de 2025 ofrece categorías similares (nano de Mil a 10 Mil, micro de 10 mil a 100 Mil, macro de 100 Mil a 1 Millón, mega más de 1 Millón).
En la tabla siguiente se resumen las categorías comunes:
El umbral para ser “influencer” y las métricas relevantes pueden variar según la red social:
75% de los especialistas en marketing de EE.UU. planean usar Instagram en campañas de influencers. En Instagram se valora el atractivo visual de publicaciones e historias (stories). Las categorías de seguidores son similares a las generales; por ejemplo, HubSpot ejemplifica nano hasta 10 mil e incluso micro hasta 100 mil en Instagram. Sin embargo, las tasas de compromiso en Instagram suelen ser menores que en TikTok. Datos de 2025 indican que el compromiso promedio en Instagram va del ~1.8% al 3.6% según la cantidad de seguidores. En cuentas pequeñas (menores a 100 mil seguidores) es alrededor del 3.6%, y baja al 1.77% en grandes cuentas (más de 10 mil seguidores). Instagram favorece la construcción de marca a través de imágenes de calidad, "Reels" breves y el uso de hashtags y tiendas integradas. Los influencers aquí suelen enfocarse en temas como moda, belleza y estilo de vida, y el algoritmo premia la regularidad de publicaciones.
TikTok: Se ha convertido en plataforma clave para influencers, especialmente de contenido de video corto y altamente viral. Su algoritmo ofrece mucho alcance incluso a cuentas con seguidores reducidos, por lo que en TikTok un creador puede volverse influyente con menos seguidores que en IG. TikTok lidera en compromiso: según datos de 2025, las cuentas de menos de 100K en TikTok registran un ~7.5% de interacción, muy superior a Instagram. Incluso en mega influencers (varios millones de seguidores), TikTok promedia ~2.88% vs. ~1.77% en Instagram. Esta alta interacción se debe a tendencias virales, retos y videos breves que generan conversación. Por ello, empresas apuntan cada vez más a TikTok para marketing de influencia (casi 50% de los profesionales en Mercadotecnia lo usaban en 2023). La rapidez del algoritmo de TikTok facilita que “micro” o “nano” influenciadores (p. ej. 20 mil a 50 mil seguidores) tengan un impacto notable, pues sus videos pueden viralizarse masivamente.
YouTube: La plataforma de video largo exige una dinámica distinta. Aunque no tiene “seguidores” en sentido estricto, sí se habla de suscriptores. Para monetizar oficialmente un canal se requieren 1,000 suscriptores y 4,000 horas de visualización (YouTube Partner Program), lo que marca un umbral técnico. En el mundo del influencer marketing, un "YouTuber" influyente suele tener decenas o centenares de miles de suscriptores y generar contenidos en profundidad (tutoriales, revisiones, "vlogs"). Su influencia se mide tanto en suscriptores como en métricas de visión (tiempo de visualización). "YouTubers" de nicho (juegos de video, cocina, tecnología, etc.) con comunidades muy dedicadas pueden influir fuertemente, aunque publiquen con menor frecuencia que en redes de scroll continuo. El compromiso en YouTube se percibe en comentarios largos y fidelidad de audiencia, más que en “likes” instantáneos.
Otras redes: En plataformas como Facebook, Twitter (X) o LinkedIn existe también influencia, pero suele ser más sectorial. En LinkedIn se valoran los thought leaders o expertos que influyen con artículos y debates profesionales. Twitter es útil para debates rápidos o públicos de nicho. En estas redes los criterios de “seguidores” y “compromiso” existen, pero el contenido patrocinado es menos frecuente y la influencia se centra en liderazgo de opinión más que en recomendaciones de compra directa.
Conclusión
En conclusión, no existe un único umbral oficial para “convertirse en influencer”. Sin embargo, en marketing digital se considera influencer a quien haya cultivado una comunidad relevante y comprometida, con publicaciones constantes y capacidad demostrada para impactar decisiones. Los criterios clave –según fuentes especializadas– son su número de seguidores (siguiendo las categorías nano/micro/macro/mega influencer), su tasa de interacción, la calidad y frecuencia de su contenido, su reconocimiento en un nicho particular y su influencia real en compras o comportamientos. Aunque estos estándares se aplican en todas las redes sociales, cada plataforma tiene dinámicas propias: por ejemplo, TikTok otorga más visibilidad incluso a cuentas pequeñas (mayor compromiso), mientras Instagram y YouTube favorecen contenido más curado. En suma, una persona “es influencer” cuando reúne suficientes seguidores leales y credibilidad como para influir de forma consistente en su comunidad.
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